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jueves, 12 de junio de 2014

Pesadillas y terrores nocturnos

Las pesadillas infantiles y los terrores nocturnos se engloban dentro de los trastornos del sueño; caracterizado por acontecimientos o conductas anormales durante el sueño, a sus fases específicas o a los momentos de transición sueño-vigilia.
Pesadillas
Son despertares frecuentes en los que se tiene recuerdo detallado del sueño que ha sido muy vivido, relativamente extenso y que produce miedo al niño; por lo que se despierta ansioso, chillando y asegurando que tiene miedo.
Se producen durante el sueño REM, siendo más frecuentes hacia el final de la noche.
Las pesadillas suelen estar más relacionadas con el cansancio mental y con la ansiedad. A medida que disminuye la ansiedad diurna, también disminuyen los episodios de las pesadillas tanto en intensidad como en frecuencia.
Para algunos autores las pesadillas constituyen una expresión del proceso evolutivo de maduración del sistema psíquico y la puesta en marcha de los mecanismos defensivos.
Como actuar:
·        Utilizar una voz suave y tratar de no mostrarse excesivamente preocupado o ansioso por lo que ha sucedido.
·        Tranquilizar al niño diciéndole que está en la habitación, con sus cosas, cerca de sus padres.
·        Acompañar al niño durante algún tiempo mientras trata de conciliar el sueño.
·        Los niños deben sentirse protegidos.
Terrores nocturnos
Se caracterizan por episodios repetidos de despertar brusco, que normalmente se inicia con un grito de pánico.
La expresión del niño es de pánico, ansiedad, sudoración, taquicardia. El niño no responde a los intentos tranquilizadores de los padres no los reconoce y es incapaz de contactar con la realidad.
Se dan durante el periodo de sueño profundo, durante la primera parte de la noche. Suelen durar entre 2 y 10 minutos y normalmente no se recuerda porque el niño está profundamente dormido, aunque a veces se puede evocar imágenes fragmentarias del sueño.
La frecuencia varía entre los individuos; a veces suceden durante un periodo determinado (una semana…) con la edad tienden a desaparecer.
Los antecedentes familiares son uno de los factores que predisponen a tales episodios juntamente con el cansancio físico, las preocupaciones y algún tipo de medicación.
Como actuar:
·        Quedarse con el niño para vigilar que no caiga de la cama o sufra cualquier daño.  Recordamos que esta dormido.
·        No hablarle ni intentar despertarle, hay que esperar a que el episodio siga su curso.
·        Evitar que llegue excesivamente cansado a la noche, una siesta suele ser útil.

Escuela Infantil Comarca Los Monegros. Noelia Lacoma


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